miércoles, 26 de marzo de 2014

THE FALL. "Your future, of clutter" (2010)


Nunca olvidaré allá por los 90 el concierto de The Fall que ví en una sala madrileña.  Mark E. Smith, con un abrigo, fumando y pribando, moviéndose entre espasmos con la mirada perdida mientras se tragaba pastillas y más pastillas. Rock and Rolk. The Fall. Ya por la treintena de discos en su haber, germen del post-punk, iniciadores de tantas cosas, y oyendo este bestial "Your future, of clutter", maestros para los niñatos que se creen los reyes del mambo.

Mark E. Smith, antídoto por excelencia, desde que suena la rallante "O.F.Y.C. Showcase", es como si explotará tu cabeza con ese hipnótica forma de berrear que tiene, acompañado de una competente banda que oyendo "Bury Pts,  1+3" y su frenético rock con aristas eléctricas y agobiantes, te dejan frito con su andanada de bilis y urgencia  de psiquiatrico.

Si te va al rollo de The Fall, como al que suscribe estas líneas, estarás encantado de escuchar ese deje pop de "Mexico wax envolvent" con el bajo que se da de bruces con un ritmo vacilón marcado por unos teclados que se tocan los pies con las guitarras punzantes y la voz de este divino orate llamado Mark.

Rock. Peligro no tocar. Oyendo a The Fall te sientes como en casa. Tantos años desde los 90 y siguen componiendo barrabasadas punks como "Cowboy George", una oda de suciedad y detritus, marca de la casa, afilada y explosiva, dinamita en los bolsillos y tus oídos degustando este paraíso de ruido bendecido.

"Your future, our clutter" es como toda la obra de The Fall, desmesurada en su forma y contenido, y por eso mismo,  vital y arrolladora. "Hot cake" con los coros de Elena Poulou te hace bailar y "Y.F.O.C. /Slippy floor" es una iluminada y bestial encrucijada de punk roto donde el bajo teje su telaraña, donde las historias de Smith se dan de leches con un arrebato eléctrico que te da pie a pedir una copa o a llamar a la revolución. Joder con el abuelo ingles del post-punk.

"Funnel of love" y "Weather report 2" ponen la guinda a un desquiciado y anárquico disco para goce de personal que se divierte con las antológicas  historias de este superviviente de una época que a fecha de hoy, supera a casi todos los yogurines salvadores del orbe indie. Larga vida a The Fall. Con un whyskito, mucho mejor. Para recordar viejos tiempos.....


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