jueves, 2 de octubre de 2014

MAINE. "Motor home" (2000)


Maine, quinteto con sede en Granada, fueron uno de los grupos más espectaculares  de los que aparecieron por estos lares en ésto que alguien definió como emocore. Dos guitarras, bajo, batería y voz, conjuntados para ofrecer un buen manual de rock angustioso, pasional, expresivo.

Me pongo "11", la que empieza el camino en esta carretera abrupta y emocional, y no puedo dejar de pensar en Sunny Day Real Estate, Fugazi, June of 44, y otros seguidores de la secta de la agonía condimentada con tormentas de cuerdas estranguladas.

"Soniloquy" es pura dinamita, pétalos rotos por una descarga, con la voz de Alejandro Martín y su correcto inglés participando en la bacanal sonora de una banda que tras su segundo disco "A moment before" (2003), nos dijo adiós.

"Motor home" es un puro disfrute para quienes flipamos con las guitarras sierra en un jardín de nenúfares cariñosos. "Au pair in blue", es puro punk, cercano a Today is the Day, bestialidad concentrada en dos minutos fogonazos de ímpetu devastador.

Qué gusto para las orejas prenderte de estos ramalazos eléctricos. "A literary room for a view" es otro cartucho de dinamita, las guitarras solemnes, machacones pero a ratos, siempre en libertad de movimiento. Como esa apabullante "The breaking of waves" que pone el epílogo a "Motor home", pedazo de himno existencial, una granada melódica de mano, uvas venenosas, emocore con lagrimas, llagas con flores.

Grandes Maine. Para los que se queden con ganas, la continuación de Maine se llama Varaverde. Otro cielo encapotado para llorar espejismos. Al no haber hallado ningún clip por la red de Maine, dejo por aquí un vídeo de la continuación de Maine, Varaverde. Que siga la fiesta.


2 comentarios:

Unknown dijo...

También tienen muchas cosas de Fugazi y Minor Threat, ¿eh? Buena entrada, Carlos: me gusta esta banda pero nunca profundicé en ella. Ya va siendo hora. ¡Abrazos!

ridof dijo...

Muy muy buen disco. También el primero de Varaverde, una pena que hayan pasado tan desapercibidos, claro que parte de culpa la tienen ellos, sigue siendo básico el tocar, tocar y tocar.