jueves, 21 de mayo de 2015

SWANS. "The Burning World" (1989)


"The Burning World", ha sido el único disco que ha sacado Swans en una multinacional. Quizás por eso halla pasado de puntilla en su discografía. Fue el lp que vino después del inmortal "Children of god" donde la banda de Michel Gira y Jarboe, abandonaron los ambientes asfixiantes  para experimentar en otras tonalidades, siempre peligrosos, pero abiertos a la épica, a un folk del apocalipsis.

"The Burning World", producido por Bill Laswel, tiene el encanto de mostrarnos la faceta más sosegada de la bestia. "The river that runs with love won't run dry" es un archipiélago de terciopelo, agitado por el acompañamiento siempre peligroso de Jarboe.

Disco acústico, cuenta con la colaboración del violonchelista Garo Yellin y el sitar de Ravi Shankar, para dotar al disco de un aire oriental que pone música a la perdición del hombre, atado por su voluntad de caer y no volar. Oyendo la votalidad de Jarboe, en "Can't find my way home", su fragancia vocal, me cuesta creer que solo se vendieron 5000 ejemplares en el Reino Unido del disco, siendo eliminado al poco del catálogo de la label.

No están hechos los peligros del corazón para todos el público. La masa se conforma con dejarse llevar."The Burning world", es el disco más digerible de la amplia carrera de Swans, pero no es una excusa para denostarlo. El peligro sigue presente, aunque hallan cambiado la soga del ahorcado por un veneno dulce.

"Mona Lisa, mother Earth", tiene el trotón ritmo de sus viejos trabajos, pero aqui el león no ansia la devoración sino la contemplación del fin. Góticos después de lo oscuro. El sexto disco de Swans es un puente, a lo que vendría después (sobre todo el espeluznante "Love of life", (1992), cuyo vinilo guardo como oro en paño y que escucho cuando mis entrañas notan que el ocaso se acerca martilleando con trompetas de juicio final), donde te dejas llevar por tracks susurrantes como "(She's A) universal emptiness", balada sin dios, fuego y aceite hirviendo.

Y "Saved" es para entonar en un prado repleto de centauros, nasal como siempre Gira, en medio de un suculento postre instrumental que ofrece levedad  y canto de sirenas.En "I remember who are you" es Jarboe quien lleva la batuta, quien releva a Gira al frente de la tormenta calmosa, puro libertinaje para escapar de dolores pasajeros.

Swans, siempre Swans. "God damn the sun", es el cierre a esta aventura. Se me pone la carne de gallina cuando oigo recitar a Michel en medio de un vals perdedor, las cuerdas aprietan pero también liberan, la cítara reclama su trono, los demonios duermen la siesta, y el corazón sigue siendo un lugar donde detenerse para perder tiempos. Swans, los cisnes que galopan, el runrun de la decadencia.



1 comentario:

Carlos dijo...

Grandes!!!!!!!!!!!