lunes, 6 de noviembre de 2017

JAMES. "Laid". (1993)


Dentro de ese gran espectro de bandas que estuvieron encuadradas en el Brit pop (Blur, Oasis, Pulp, The Divine Comdedy, sólo por citar algunas), James fueron una rara avis. La banda liderada por Tim Booth comenzó su andadura a mediados de los 80, y fue con "Laid" (y también con "Seven" (1992), cuando la popularidad les alcanzó como un rayo perturbador.

El rollo de James iba por otros parametro de sus colegas de generación, lo suyo era ensimismarse en una especia de pop/folk acariciador, ("Dream thrum"), con piezas que no rugían ni te hacían bailar, pero que rápido se te quedaban en la mente por su propulsión de hit ("Out to get you").

Los de Manchester sabían como elucubrar sensaciones, repartiendo sueños y sucesos de porcelana, rizando melodías, estirando su pop de rumores frágiles, lejos de explosiones sónicas ("One of the three").

El disco tuvo sobre todo una enorme acogida en los EEUU, teniendo a la canción que titula el cd como una de sus principales coartadas para un merecido éxito. Personalmente me quedo con "P.S." y su lenta proyección armónica y rutilante, o la efectiva y redonda "Everybody knows".

Música de otros tiempos cercana, sin pretensiones, de una banda que supo construir su propio espacio dentro de la vorágine de esa época. Luego siguieron produciendo buenos trabajos, Booth abandonó el grupo a principios del año 2000 y James siguió; su último disco "Girl at the end of the world" data del 2016. 


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